El enésimo archienemigo que se cruza en la fulgurante ascensión de vuestro programa favorito, Reaganautas, no es comunista, no es Barack Hussein Obama y tampoco pertenece al partido republicano. Es más, ni tan siquiera ha tenido arrestos a dar la cara. El excéntrico DJ Cinnamoon, acaba de rechazar nuestra oferta de expresarse en nuestro imparcial y respetuoso espacio radiofónico. Y juramos nada ha tenido que ver con su negativa el hecho de que le entregara nuestra carta un agente del Mossad, previo registro de sus dependencias e intento de tacto rectal.
Lo que tantas y tantas figuras de calado internacional y celebridades ansían, la invitación para sentarse en la cabina de Reaganautas y tener su minuto de gloria, ha sido rechazado por este vil filocomunista. Y todos ustedes se preguntarán quién carajo es este tipo. Normal. DJ Cinnamoon no es más que un desvergonzado disyóquey que se dedica a recopilar casettes por las gasolineras de oriente medio, para luego catalogar y difundir aquella música por las discoteques cual agente del enemigo. En la mayoría de las ocasiones lleva a cabo sus actos de terrorismo musical en oscuros antros plagados de ninis-antisistema que, ávidos de excitación, responden a la llamada subversiva de los ritmos del Medio Oriente con lascivos contoneos, su jolgorio primitivista y exótico y llamadas a la revolución terrorista panislámica contra occidente, sus valores y, sobre todo, la decencia y el saber estar.
Ante la invitación de Reaganautas a que DJ Cinnamoon se explicara, éste tuvo la desfachatez de acusar a nuestro programa de imperialista, disparó al aire su Kalashnikov y, seguramente, envió a alguno de sus fans a comprar ántrax y explosivo plástico para mandarnos un paquetito por correo. Pero no se asusten, ya saben que las instalaciones de Radio Almenara están provistas de una fuerte dote de seguridad y el FBI vela por Reaganautas y por la libertad de ustedes para escucharnos. Esta provocación, esta fútil amenaza, una más contra la libertad y la democracia, será contestada con una contundente campaña de desprestigio por nuestra parte. No escuchen su música. No bailen sus ritmos. No le contraten para animar sus fiestas. No cuestionen la supremacía de la música WASP. Y sobre todo, no visiten su web, reseñada más abajo.
Para terminar, recuerden siempre: si alguna vez acuden a un local y, al escuchar música de Hezbolá, se giran e identifican a DJ Sinnamoon, no lo duden: contacten con la policía, escúpanle y salgan corriendo de ese centro de reunión de Ayatolás atómicos antes de que su cuerpo comienze a agitarse peligrosamente.
Pueden comenzar a insultarle y amenazarle aquí: www.djcinnamoon.com
Ejerciten su libertad de expresión en contra de este traidor.
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