Uno de los descubrimientos que ha causado el proceso de primarias republicanas para elegir un candidato a las elecciones presidenciales de 2012, ha sido Rick Santorum. Para los foráneos resulta sorprendente que una persona cuyos valores e ideales políticos están más cerca de Bernardo Gui que de Abraham Lincoln, pueda optar con posibilidades a liderar el mundo libre. Famoso por sus declaraciones en contra de la homosexualidad, el ateísmo y las realidades científicas constatadas, Santorum resulta un nuevo paso hacia la extrema derecha dentro del Partido Republicano. Pero, ¿quién es Rick Santorum? ¿De dónde ha salido este hombre y por qué cuenta con tantos apoyos en el Viejo Partido?
Una foto de sus tiempos universitarios. ¡Qué peripollo!
Richard John Santorum, Richi para sus más cercanos seguidores, es un político de carrera que inició sus actividades dentro del Partido Republicano allá por finales de los años ’70, nada mas licenciarse en derecho en la Universidad del Estado de Pennsylvania, una universidad pública. Comenzó como estrecho colaborador del por entonces senador John Heinz III (sí, el del kétchup) y como asistente personal del anodino Doyle Corman Jr. Pero la vibrante política estatal de Pennsylvania no debió llenar las aspiraciones de éxito del joven Richi, que en 1984 decidió aparcar la labor pública para comenzar a trabajar en el todopoderoso bufete de abogados Kirkpatrick & Lockhart. Fue en la firma legal de Pittsburgh donde Richi marcó su primer gran tanto significativo para la historia americana. Representando a la WWF, lideró la estrategia de lobby que enmarcó a la federación de lucha libre como espectáculo circense dejando de lado cualquier vinculación con un deporte real. Gracias a esta maniobra, los Hulk Hogan y Roddy Pipper, pudieron evitar las restrictivas legislaciones sobre dopaje, pudiendo consumir sus bien amados esteroides como si de caramelos se tratasen.
Posiblemente fue este éxito el que le llevó a replantearse su carrera, abandonando la carrera profesional privada y regresando al ruedo político. En 1990, de la mano de su mentor original, Johnny Heinz, logró ser elegido para la Cámara de Representantes por el 18º distrito de Pennsylvania. Allí trabaría una gran amistad con otros jóvenes congresistas como Scott Klug y Charlie H. Taylor, con los que integraría la llamada Banda de los Siete que denunciaron el escándalo de corrupción de la Cámara de Compensación que afectó a 450 representantes del cuerpo legislativo norteamericano. La carrera de Richi estaba en lo más alto, y como era de esperar, en 1994, en plena Revolución Republicana que arrebató el control de las cámaras al Partido Demócrata nada más comenzar la presidencia de Clinton, dio el salto al Senado, elección que repetiría en el año 2000.
Durante sus 12 años como senador, Santorum se hizo famoso por su marcada militancia ultra-conservadora. Opuesto a la enseñanza de la evolución en el sistema educativo norteamericano, no dudó en señalar siempre que pudo que sus hijos no habían acudido a ningún centro de enseñanza, siendo educados en casa por él y por su esposa, Karen, en valores tradicionales como el creacionismo. Célebre también por su marcada oposición a los matrimonios homosexuales, volvió a protagonizar las portadas de los principales medios de comunicación del país en 2003, cuando declaró que los gays no tenían que tener derecho a la intimidad por ser su condición sexual una perversión semejante a la pederastia, la zoofilia o la poligamia (¡cuidado Gingrich y Romney!). En esos tiempos, el columnista del New York Times, Dan Savage, convirtió el apellido de Richi en un adjetivo para definir de forma generalizada a jóvenes homófobos cuya posición no coincide con su ámbito generacional. Y en plena guerra contra el terror, Santorum fue uno de los principales valedores de la doctrina Bush apoyando la existencia del centro de detenciones de Guantánamo y sosteniendo aún en 2006 que Irak contaba con armas de destrucción masiva.
Sin embargo, no todo serían rosas en el camino político de Richi. En 2006, y con una creciente oposición al gobierno republicano de Georgie Bush, Richi perdería su puesto de senador frente al demócrata Bob Casey Jr. La actitud conservadora y la radical oposición de Casey al matrimonio homosexual dejaron a Santorum sin una de sus mayores bazas en la campaña, perdiendo más de 700.000 votos. Por aquellos tiempos, parecía que la luz política de Richi se apagaba, y muchos analistas no dudaron en decir que era un cadáver político.
Pero Richi volvería al ataque gracias a sus conocidas dotes para liderar campañas de lobby. Enrolado en las fuerzas del Ethics and Public Policy Center, uno de los think tanks conservadores de mayor peso en Washington, lideró el Programa de Enemigos de América, un estudio de las mayores amenazas para los Estados Unidos que concluyó como fundamentalmente necesaria una actuación por parte de América contra Venezuela, Corea del Norte y Rusia (¡Vote por Santorum si echa de menos los ’80!). Comentarista político recurrente en Fox News y ABC, Richi obtuvo el apoyo en 2010 de Universal Health Services, la mayor corporación de sanidad privada de Pennsylvania (Siiiii…). Ese mismo año comenzó sus gestiones para establecer un comité de acción política encaminada a las elecciones presidenciales.
Foto reciente de la campaña primaria. La habilidad discursiva de Richi cautiva hasta a los más jóvenes.
Hoy Richi se perfila como el principal rival del mormón Mitt Romney en la carrera al ticket electoral republicano, siendo el centro de las esperanzas de las corrientes más ultramontanas del partido, huérfanas desde la caída de nuestro querido Rick Perry. Su perseverancia y éxito demuestran que ni las derrotas, ni su propia y extraña visión del mundo, logran detener la carrera de este joven y dinámico Reaganauta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario