Rush Limbaugh con su tradicional porte desenfadado
Todo comenzó con la polémica servida por el socialista plan de Barack Hussein Obama para establecer seguros médicos obligatorios para las instituciones religiosas que cubriesen la utilización de anticonceptivos. La alarma no tardó en saltar y las instituciones religiosas, las corporaciones médicas privadas y numerosos integrantes de las filas republicanas se lanzaron a condenar la medida calificándola como un acto de persecución a la libertad religiosa en América. En este contexto, Sandra Fluke, una estudiante de derecho de la universidad de George Town, fue invitada al Congreso donde defendió la utilización de anticonceptivos.
Sandra Fluke declarando ante el comité del Congreso.
El pasado 29 de febrero, Rush comentó la noticia con su habitual temperamento y no dudó en afirmar que la Fluke actuaba motivada únicamente por su insaciable sed de sexo. “Quiere que le paguen para tener sexo”, llegó a afirmar el bueno de Limbaugh. “Lo practica tanto que no puede pagar los anticonceptivos. Quiere que usted y yo y los contribuyentes le paguen para tener sexo”. No conforme con indicar las que en su opinión eran las causas de actuación de Sandra, Rush insinuó que sería de buen recibo que los contribuyentes pudiesen contar con películas pornográficas protagonizadas por la Fluke ya que se veían obligados a pagar para que ella mantenga relaciones sexuales.
No era la primera vez que Rush realizaba declaraciones subidas de tono contra alguna personalidad que realizase declaraciones en contra de sus puntos de vista políticos. En el año 2006, llegó a afirmar que Michael J. Fox fingía los síntomas de su mal de Parkinson. Y un año después, realizó una sátira del entonces candidato de las primarias demócratas Barack Hussein Obama catalogándole como “the magic Negro”. Sin embargo, esta ocasión la reacción del público y de los anunciantes no ha sido la esperada. No tardó en levantarse un torbellino de críticas contra el veterano comentarista político, perdiendo a 50 de sus mejores anunciantes y recibiendo el boicot de cuatro de las emisoras que emitían su programa hasta entonces. Ni siquiera entre los miembros más destacados del Viejo Partido recibió el apoyo con el que antes había contado de manera incondicional.
Michael J. Fox protagonizó un video en 2006 a favor de la investigación con células madre.
En un primer momento, Limbaugh respondió a la polémica afirmando que no se retractaría y que contaba con 18.000 anunciantes. Sin embargo, la presión económica parece haber obligado a Rush a retractarse. El pasado viernes indicó en su web personal que estaba realmente arrepentido y que no debería haber utilizado esas palabras para hablar de la Fluke. Se trata posiblemente de la primera ocasión en la que recula en una de sus polémicas declaraciones.
Esto no tiene absolutamente nada que ver, pero la referencia es inevitable...
Para muchos, el hecho de que la Fluke no sea una personalidad famosa ni cuente con un perfil típicamente liberal, siendo una devota protestante, ha causado indignación entre la audiencia tradicional de The Rush Limbaugh Show. Para otros, el nivel de éxito de su programa y sus beneficios económicos, que se calculan en más de 50 millones de dólares anuales, han provocado que ahora se encuentre encadenado por su propio éxito y no pueda continuar atrayendo a la audiencia con simples declaraciones polémicas. Sin embargo, desde Reaganautas, consideramos que Rush simplemente comienza a estar viejo. Su otrora dinámica e irreductible personalidad empieza a decaer para convertirse en un mero comentarista político más, incapaz de transmitir la auténtica filosofía de libertad americana y patriótica. Y no lo decimos solo, porque sea de la competencia...
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